Procrastinación: ¿por qué dejamos para mañana lo que podemos hacer hoy?

Procrastinación: ¿por qué dejamos para mañana lo que podemos hacer hoy?

¿Qué es la procrastinación? ¿Por qué las dejamos a última hora? Todo el mundo procrastina, pero no todo el mundo es un procrastinador. ¿Lo habías pensado?

La procrastinación es la acción o hábito de postergar asuntos que tenemos que resolver, reemplazándolas por actividades más agradables. En general, no posponemos las cosas divertidas.

Si una tarea se siente especialmente abrumadora o provoca mucha ansiedad a menudo es más fácil evitarla. El problema es que nos sentimos culpables y bajo presión cuando nos vemos enfrentados a esas tareas que aún no hemos terminado.

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Intentamos trivializar la procrastinación, pero quizás no sea tan gracioso como creemos: no discrimina por género, raza o edad.

De hecho, los expertos dicen que los procrastinadores crónicos están por sobre los índices de la depresión, los ataques de pánico e incluso el alcoholismo.

Y contrariamente a la creencia popular, procrastinar tiene poco que ver con la flojera sino más con la autorregulación emocional y a la incapacidad de manejar los estados de ánimo negativos en torno a una determinada tarea.

La baja autoestima también puede ser una razón para procrastinar y pensar no lo voy a hacer bien o me puedo equivocar. El problema es que postergar las tareas una y otra vez pueden provocar angustia, depresión, ansiedad, insomnio y problemas digestivos.

Nadie, de forma consciente, quiere arriesgarse a tener todos esos problemas.

Dale significado a cada tarea

Una de las mejores maneras de dejar de procrastinar es encontrarle sentido a la tarea en cuestión. Piensa en cómo completarlo podría ser valioso para tu crecimiento o felicidad personal. Hacerlo te ayudará a sentirte más conectado con la tarea y menos propenso a posponer las cosas.

Empieza de a poquito

A veces nos sentimos abrumados al saber las cosas que tenemos que hacer como, por ejemplo, ordenar un clóset. La idea de saber que tenemos que seleccionar, doblar, donar, nos paraliza y nos hace postergar tareas. Pero si empezamos de a poco, por sección, ya no nos parecerá una tarea tan grande.

Elige bien qué hacer primero

Algunas personas prefieren hacer las tareas menos atractivas primero, pero otras parten con las de su preferencia. Pregúntate cuáles te motivan más a ti o si prefieres partir con lo que menos te gusta para así después tener una especie de “recompensa” con las que sí te agradan.

Sin interrupciones

No dejes que ciertas situaciones te distraigan de hacer tareas importantes o exigentes. Puede ser ruido, nuestra familia, el teléfono. Una vez que te interrumpen es mucho más difícil retomar la tarea que ya habías empezado. Conéctate a Spotify, pon tu música favorita y concentrate en lo tuyo.

Busca recompensas

Sí, ¡recompénsate! Si tienes que poner la ropa en la lavadora y quieres ver un capítulo más de tu serie favorita de Netflix, haz un trato contigo mismo: solo puedes verlo si lavas la ropa primero. La idea se puede aplicar a casi cualquier tarea pendiente. Como puedes ver, la procrastinación sí puede ser un problema y no tiene nada que con flojera. Sigue algunos de estos consejos y ponte manos a la obra.

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